viernes, 9 de octubre de 2009

La cancion que nunca escuchaste II.

No te importó, pero no escribo para tí, sino para mí. Adivinas la melodía?

Me siento tan cansada, tan mareada, tan desgastada
de todo este trajín.
Quizás algo utilizada, y aunque ya no quede nada
dime que quieres de mi.

Soy un ave que vaga, inútil por las sombras
sin saber ya de sí
creyendo en una causa entregué mis alas
perdí las esperanzas, me encuentro en una jaula y no sé salir.
Éste es un laberinto, inútil, sin sentido, que no tiene fin
Y buscando la salida, me encuentro en cada esquina
algún minotauro que espera por mí
me cierra las puertas cuando pretendo huír
me coge entre sus brazos y me va confesando
aquellos pecados que un día cometió.
Sólo es un ser arrepentido que busca otro destino
muy lejos de aquí.
Se parece un poco al ser que alguna vez fuí.

Y luego encuentro, después de tanto intento
lo poco que queda de mi
Me veo tan exhausta, taciturna y lastimada
que busco algún sitio ara dormir
Entonces mis manos recorren suavemente
un rostro que no está
Sus brazos me calientan, entibian la noche
Y por fín, puedo morir...

La cancion que nunca escuchaste.

Las cosas que no quiero que sepas de mi las puedo esconder fácilmente. Nunca te darás cuenta de todas aquellas cosas que te he gritado, de las verdades que he dicho y mentiras que he revelado, pues están demaciado bien ocultas. Están todas enfrente de ti. Es así de sencillo, hay cosas que nunca llegarás a saber que pensé de tí, que sentí, que soñé o desprecié con toda mi alma, porque todas están escritas en lugares que tu nunca revisarás. Podrá ser que no te importe mucho que digamos, saber de mí, de lo que pienso, pero si de verdad algún día te interesa, pregunta por mis escritos, que son el legado directo de mi alma y de mi corazon. Y cuando veas que ya no digo nada, que se me han secado las palabras, sé que comenzarás a buscar. Pero también sé que no comenzarás por aquí, que será dentro de mucho tiempo que leerás estas palabras y cuestionarás qué tanto realmente sabías de mí, o que tanto oculté en frente de tus ojos. Así que...