No te importó, pero no escribo para tí, sino para mí. Adivinas la melodía?
Me siento tan cansada, tan mareada, tan desgastada
de todo este trajín.
Quizás algo utilizada, y aunque ya no quede nada
dime que quieres de mi.
Soy un ave que vaga, inútil por las sombras
sin saber ya de sí
creyendo en una causa entregué mis alas
perdí las esperanzas, me encuentro en una jaula y no sé salir.
Éste es un laberinto, inútil, sin sentido, que no tiene fin
Y buscando la salida, me encuentro en cada esquina
algún minotauro que espera por mí
me cierra las puertas cuando pretendo huír
me coge entre sus brazos y me va confesando
aquellos pecados que un día cometió.
Sólo es un ser arrepentido que busca otro destino
muy lejos de aquí.
Se parece un poco al ser que alguna vez fuí.
Y luego encuentro, después de tanto intento
lo poco que queda de mi
Me veo tan exhausta, taciturna y lastimada
que busco algún sitio ara dormir
Entonces mis manos recorren suavemente
un rostro que no está
Sus brazos me calientan, entibian la noche
Y por fín, puedo morir...
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