"¡Anda!, ¡Ve! " le gritaban sus amigas al unánime. Se encontraban esa noche en un lugar de poesía que a su vez era un bar, es decir, quien quisiera podía subir y declamar alguna poesía suya, quienes iban a ese sitio era sólo para eso, para compartir poesía, alguna experiencia vivida, un mal trago, en fin, cosas de esas que pudren el alma. Ella había salido con sus amigas, ellas habían ido sólo a beber, ninguna era poeta excepto ella, la habían llevado sólo para molestarla, ellas sabían que no le gustaba hablar en público, se trababa entera, los nervios le carcomían por dentro y le tragaban la voz, pero ellas seguían insistiendo y ella rehusándose, hasta que comenzaron a aplaudir y a llamarla por su nombre. Derrepente todo el salón estaba aplaudiendo por ella, no había bebido suficiente como para aventurarse, entre dos amigas la levantaron y antes de que pudiera notarlo la habían arrastrado hacia el escenario, el cual era pequeño pero intimidante. Las miradas se posaron todas sobre ellas, esperando una obra maestra saliendo de sus labios, ella no tenía ninguna idea en ése momento, estaba completamente en blanco, una luz apuntaba directamente a ella, sólo quería que se apagara y desaparecieran todos, empezando por sus amigas. Entonces apareció él, ella lo miró y él sonrió, le hizo un gesto con las manos para que respirara, cerró los ojos y sintió el aire entrar en sus pulmones, juraría que sintió su aroma y sonrió aliviada, el miedo se iba lentamente, los nervios desaparecían, lo sentía cerca y se tranquilizaba su alma inquieta. Comenzó a relatar.
-Ante la lluvia encontré mi refugio. Ante el miedo mi seguridad. Ante la ira mi descanso. Ante la rutina mi cambio. Ante la guerra mi paz. Ante la paz, mi guerra. No sabía a dónde ir y encontré mi camino. Sentí frío y encontré calor, soledad y hallé compañía. En la noche oscura, justo cuando me había resignado no ver nunca luz, vizlumbré una estrella, se hizo el amanecer y nació el día, ví un sol. Dime... ¿eres tú?.
Hubo aplausos pero ella los escuchó de fondo, no les hizo mucho caso, estaba perdida en sus ojos, se acercó a él, quien la esperaba sentado junto a sus amigas sin decir una palabra, sólo esperando por ella. Se colocó tan cerca que sentía su respiración en el rostro, él la brazó apretándola con fuerza "¿Qué crees?" le preguntó sonriendo.- "Eres tú".
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