Han pasado ya varios años desde la última vez que te vi, y a decir verdad juraba que nunca volveríamos a cruzarnos, así como habíamos acordado, pero como tu y yo sabemos, el destino es un tipo caprichoso que se disfraza de azar, utiliza máscaras de momentos precisos y ropas de rostros diferentes. Debo ser sincera, cuando volví al lugar donde te ví por última vez sentí tu presencia en todos lados, te observé sentado donde siempre queriendo compartir tu desayuno conmigo, pero ni tu ni yo estabamos ahí ya, sino en algún sitio del pasado, y como ya dije antes, no esperaba cruzarme contigo, en esa inmensa ciudad sería como encontrar una aguja en un pajar. De todas maneras, si te encontrase tu ya no me reconocerías, ya me habrías olvidado, justo como todos los demás.
Se me ha hecho cómico pensar en cómo te vi y en lo que pensé. Caminaba por la universidad a la que nunca fuí a estudiar, pero cuyos pasillos me sabía como la palma de mi mano, iba a buscar algunos sueños que había dejado allí años atrás y quizás reencontrarme con algún trozo de mi que se había rehusado a partir, miraba el piso correr debajo de mis pies mientras caminaba sumida como de costumbre en mis pensamientos, entonces te ví, instintivamente busqué tus ojos y tu hiciste lo mismo, no dijiste nada, yo tampoco me detuve para hablarte, caminamos de largo uno pasando al otro como dos perfectos extraños que nunca tuvieron nada que ver, y ¿para qué?, ya en tus ojos había visto todo lo que necesitaba saber. Me estabas esperando. Sé que te apenará que diga esto pero seamos sinceros. Yo te esperaba también.
lunes, 30 de marzo de 2009
sábado, 28 de marzo de 2009
La noche.
-Papá...¿cómo se hizo el día?
-...Pues...Sabes que al principio era siempre de noche, ¿verdad?- Contestó, tratando de recordar las historias que su padre le contaba de niño.
-Sí...
-Bueno, la luna sabía demaciado, había visto cómo Dios creó la tierra, cómo eran los humanos, ella sabía todo lo que pasaba y conocía todos los secretos...- relataba mientras señalaba hacia afuera de la ventana, apuntando a la luna, y siguió- No habían estrellas y la luz de la luna era suficientemente fuerte como para alumbrar a la tierra entera y la gente vivía bien así, pero al pasar del tiempo las personas fueron creando maneras de comunicarse con la luna, y ésta les contaba los secretos de Dios, él, al ver esto, decidió que lo mejor sería cortar eso...
-Y...Dios.. ¿qué hizo?- preguntó con impaciencia.
- Creó al sol, quien reina de día, e hizo que la gente viviera a su ritmo, y ordenó que en las noches las personas durmiesen, así sería más difícil volver a comunicarse con la luna y entender los secretos de Dios.
-Las estrellas... ¿cuándo aparecieron?...
-La luna quería que los humanos supiéramos todo, las estrellas son como las palabras de la luna, algunos dicen que son cada uno de los secretos de Dios y que al verlas puedes ver el misterio, pero la luna es quien da las respuestas.
-Ya nadie entiende a la luna...
-Hay algunos que mantienen la tradicion de hablar con ella, algunos pocos elegidos que conocen los secretos de Dios...Nosotros nos conformamos con apreciar el cielo nocturno, mira... olvídate de los secretos y los misterios y fíjate sólo en lo que hay... ¿No es hermoso?
-Sí... lo es- respondió sonriendo, mientras su papá lo arropaba
-Duerme ahora.
-Hasta mañana papá.
-Descansa.
Cuando su padre hubo salido él se levantó aún con su pequeño oso de peluche entre sus brazos, se acercó a la ventana y susurró a la luna "Yo te entiendo...", pensaba que Dios había sido muy injusto con la luna, y deseó que fuera siempre de noche, y saber los secretos que tan celosamente había escondido Dios obligándolo a crear el día. Mientras tanto, su padre recordaba antiguos versos de un cuento que su padre solía decirle cuando preguntaba por la noche y el día. " El horizonte es testigo al bajar las mareas, cómo el sol cuando amanece asesina a la luna y a las estrellas..."
-...Pues...Sabes que al principio era siempre de noche, ¿verdad?- Contestó, tratando de recordar las historias que su padre le contaba de niño.
-Sí...
-Bueno, la luna sabía demaciado, había visto cómo Dios creó la tierra, cómo eran los humanos, ella sabía todo lo que pasaba y conocía todos los secretos...- relataba mientras señalaba hacia afuera de la ventana, apuntando a la luna, y siguió- No habían estrellas y la luz de la luna era suficientemente fuerte como para alumbrar a la tierra entera y la gente vivía bien así, pero al pasar del tiempo las personas fueron creando maneras de comunicarse con la luna, y ésta les contaba los secretos de Dios, él, al ver esto, decidió que lo mejor sería cortar eso...
-Y...Dios.. ¿qué hizo?- preguntó con impaciencia.
- Creó al sol, quien reina de día, e hizo que la gente viviera a su ritmo, y ordenó que en las noches las personas durmiesen, así sería más difícil volver a comunicarse con la luna y entender los secretos de Dios.
-Las estrellas... ¿cuándo aparecieron?...
-La luna quería que los humanos supiéramos todo, las estrellas son como las palabras de la luna, algunos dicen que son cada uno de los secretos de Dios y que al verlas puedes ver el misterio, pero la luna es quien da las respuestas.
-Ya nadie entiende a la luna...
-Hay algunos que mantienen la tradicion de hablar con ella, algunos pocos elegidos que conocen los secretos de Dios...Nosotros nos conformamos con apreciar el cielo nocturno, mira... olvídate de los secretos y los misterios y fíjate sólo en lo que hay... ¿No es hermoso?
-Sí... lo es- respondió sonriendo, mientras su papá lo arropaba
-Duerme ahora.
-Hasta mañana papá.
-Descansa.
Cuando su padre hubo salido él se levantó aún con su pequeño oso de peluche entre sus brazos, se acercó a la ventana y susurró a la luna "Yo te entiendo...", pensaba que Dios había sido muy injusto con la luna, y deseó que fuera siempre de noche, y saber los secretos que tan celosamente había escondido Dios obligándolo a crear el día. Mientras tanto, su padre recordaba antiguos versos de un cuento que su padre solía decirle cuando preguntaba por la noche y el día. " El horizonte es testigo al bajar las mareas, cómo el sol cuando amanece asesina a la luna y a las estrellas..."
jueves, 5 de marzo de 2009
Febrero.
Febrero se ha ido, llevándose consigo ( espero ) los malos tragos que ha traído para mí. No mentiré, las cosas han cambiado y a la vez siguen igual. Una parte de mí se hace la idea de seguir adelante en el año, viviendo y sintiendo cada día, la otra se rehusa a continuar, imagina que si así ha sido el comienzo del año, no puede esperar mucho para el resto de éste. Se ha hecho normal, los febreros tienen la extraña tendencia a ser un poco caóticos, o no sé si sea que yo los hago así. Y poco a poco, en papeles, voy escribiendo historias sin sentido a la que rellenan oraciones sin mucha coherencia una con la otra, momentos que aunque no los escriba quedan grabados en mi mente, me guste o no la idea. Así el tiempo va forjando ilusiones que él mismo (o yo, quizás) se encarga de desbaratar, quedando así nada más que cenizas o pequeños retazos de lo que fuimos, en lo que creímos y lo que quisimos, aquellas cosas por las que luchamos en algún momento y caigo en la cuenta de que uno es la fantasía perdida de tener lo que quisimos y nunca pudimos obtener. Lento, pero seguro, se me va pasando la vida, las ilusiones que nos llenaban se acercan a la realidad, otras se alejan dejándonos con la incertidumbre de su regreso, o su eterna partida; gente como yo nos hemos resignado al curiosos sabor agridulce de esa incertidumbre, le vemos sentido a pocas cosas y ver que las noticias más populares del internet son "el hombre que se hace mujer para convertirse en monja" y "17 maneras de perder peso sin pasar hambre"nos entristecen. Son gente, así como yo, que escriben lo que sienten para ponerle orden a sus pensamientos revueltos y hablan en general para no sentir que son los únicos que presentan estos extraños síntomas. Miro afuera de la ventana al cielo, respiro profundo como si no estuviera dentro de un salón de clases cerrado y quisiera respirar el aire fresco de la mañana, a lo lejos una voz dice cosas de buena intención, lástima que sean el tipo de cosas a las que no le encuentro sentido y resulta ser nada más que un eco que no consigue traerme de regreso a la realidad tangible, decido quedarme en el mundo de mis sueños, creando historias, reconstruyendo con "quizás" mi vida e imaginando el futuro que espero, tratando de alejar los pensamientos negativos y dandole una mano a esa parte de mí que esta cansada y temerosa , acariciando su mejilla, susurrándole al oído que no va a pasar nada, que yo la voy a proteger, que todo va a estar bien, tratando de convencerme sé que tarde o temprano me lo voy a creer, aunque me conste que no todo va a estar bien. Pero...yo hablaba de febrero, no?
Mes de ilusiones
y desiluciones
de desgarro de corazones
De risas y mil canciones
de recuerdos en los que estamos
siendo amores
De suspiros sin motivos
de iras provocadas,
y momentos en que quisimos
para siempre acabarlas,
de cuando todo lo tuvimos
y ya no queda nada
sino el recuerdo de un maldito
mes que no pasa.
Como este camino
que cicatriza mi alma
diciendo que es mentira
lo que oculta mi máscara,
una risa escondida
Y las sorpresas marchitas
de todo el mes, un "te amo"
es la mejor medicina.
Mes de ilusiones
y desiluciones
de desgarro de corazones
De risas y mil canciones
de recuerdos en los que estamos
siendo amores
De suspiros sin motivos
de iras provocadas,
y momentos en que quisimos
para siempre acabarlas,
de cuando todo lo tuvimos
y ya no queda nada
sino el recuerdo de un maldito
mes que no pasa.
Como este camino
que cicatriza mi alma
diciendo que es mentira
lo que oculta mi máscara,
una risa escondida
Y las sorpresas marchitas
de todo el mes, un "te amo"
es la mejor medicina.
lunes, 2 de marzo de 2009
Introducción.
Quizás debiera comenzar por presentarme. Para cumplir esto yo debería explicar quién soy, pero no puedo hacer eso, no sé responder a esa pregunta si no es con un "Yo" que lo único que hace es dejar más preguntas al aire. Me ha parecido que "yo"puedo ser una mezcla extraña de muchas cosas, pienso que probablemente sea un poco de cada persona que ha estado en mi vida y ha dejado una huella en mí, éso, combinado con las experiencias y la crianza de mi familia forma lo que es un "yo", deja la sensación de no ser nada original, todavía no llego a ese punto en mis pensamientos en el que se descubro dónde yace la personalidad propia de un "yo" es decir, lo que el "yo"es en verdad, más allá de la influencia externa. Pero... y si no existe ese punto...? me gusta creer que sí.
Me llamo Isabel, nací en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, hogar de muchos hermosos recuerdos y buenas experiencias, allí he enterrado varios de mis sueños y junto a ellos varias pesadillas también. Soy complicada, necia, obtusa, abstracta, torpe, y muchos podrán dar fé de eso. Analítica hasta más no poder, fuente de muchos defectos, a raíz de eso encuentro dos voces en mí: la que no deja de analizar la vida, y la que le reclama "deja de analizarla y comienza a vivirla!", y debo decir que es un trabajo arduo mantenerlas en balance. Mis adicciones: los viajes, el chocolate, escribir. Creo que de los dos primerós podría librarme, pero ese ultimo va en mí. Es que, en algún momento quize hablar, no hubo nadie para escucharme y recurrí al lápiz y al papel, desde ese día han sido mis amigos en las buenas y en las malas. Me gusta tomar café los martes por la tarde lluviosos. Me gusta imaginar, soñar, crear. Me invento de nuevo a cada respiro y, aún así, no dejo de ser la misma ( sea lo que sea eso...). Supongo que eso, y muchas otras cosas que tardaría una vida en nombrar, son parte de lo que soy. Espero algún día dar con la respuesta de lo que es eso.
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