Febrero se ha ido, llevándose consigo ( espero ) los malos tragos que ha traído para mí. No mentiré, las cosas han cambiado y a la vez siguen igual. Una parte de mí se hace la idea de seguir adelante en el año, viviendo y sintiendo cada día, la otra se rehusa a continuar, imagina que si así ha sido el comienzo del año, no puede esperar mucho para el resto de éste. Se ha hecho normal, los febreros tienen la extraña tendencia a ser un poco caóticos, o no sé si sea que yo los hago así. Y poco a poco, en papeles, voy escribiendo historias sin sentido a la que rellenan oraciones sin mucha coherencia una con la otra, momentos que aunque no los escriba quedan grabados en mi mente, me guste o no la idea. Así el tiempo va forjando ilusiones que él mismo (o yo, quizás) se encarga de desbaratar, quedando así nada más que cenizas o pequeños retazos de lo que fuimos, en lo que creímos y lo que quisimos, aquellas cosas por las que luchamos en algún momento y caigo en la cuenta de que uno es la fantasía perdida de tener lo que quisimos y nunca pudimos obtener. Lento, pero seguro, se me va pasando la vida, las ilusiones que nos llenaban se acercan a la realidad, otras se alejan dejándonos con la incertidumbre de su regreso, o su eterna partida; gente como yo nos hemos resignado al curiosos sabor agridulce de esa incertidumbre, le vemos sentido a pocas cosas y ver que las noticias más populares del internet son "el hombre que se hace mujer para convertirse en monja" y "17 maneras de perder peso sin pasar hambre"nos entristecen. Son gente, así como yo, que escriben lo que sienten para ponerle orden a sus pensamientos revueltos y hablan en general para no sentir que son los únicos que presentan estos extraños síntomas. Miro afuera de la ventana al cielo, respiro profundo como si no estuviera dentro de un salón de clases cerrado y quisiera respirar el aire fresco de la mañana, a lo lejos una voz dice cosas de buena intención, lástima que sean el tipo de cosas a las que no le encuentro sentido y resulta ser nada más que un eco que no consigue traerme de regreso a la realidad tangible, decido quedarme en el mundo de mis sueños, creando historias, reconstruyendo con "quizás" mi vida e imaginando el futuro que espero, tratando de alejar los pensamientos negativos y dandole una mano a esa parte de mí que esta cansada y temerosa , acariciando su mejilla, susurrándole al oído que no va a pasar nada, que yo la voy a proteger, que todo va a estar bien, tratando de convencerme sé que tarde o temprano me lo voy a creer, aunque me conste que no todo va a estar bien. Pero...yo hablaba de febrero, no?
Mes de ilusiones
y desiluciones
de desgarro de corazones
De risas y mil canciones
de recuerdos en los que estamos
siendo amores
De suspiros sin motivos
de iras provocadas,
y momentos en que quisimos
para siempre acabarlas,
de cuando todo lo tuvimos
y ya no queda nada
sino el recuerdo de un maldito
mes que no pasa.
Como este camino
que cicatriza mi alma
diciendo que es mentira
lo que oculta mi máscara,
una risa escondida
Y las sorpresas marchitas
de todo el mes, un "te amo"
es la mejor medicina.
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